Conocer las técnicas de negociación es clave para conseguir llevar a buen término un posible acuerdo entre diferentes partes. Dejar al azar el resultado de una negociación nunca debería ser una opción.
En ocasiones estamos acostumbrados a asociar el término negociación al mundo empresarial, pero lo cierto es que la la acción de una negociación se produce en numerosas situaciones del día a día sin que seamos capaces de percibirla, en situaciones habituales. Sea rutinaria o no como discutir los términos de una oferta de trabajo, buscar el mejor precio con un vendedor de un producto, elaborar un contrato con un proveedor o convencer a un niño para que coma fruta. Sin duda son situaciones que se desarrollan en un ámbito en el que muchas personas no son conscientes de que se está produciendo la acción pura de una negociación.
Para conocer el concepto de término de negociación, comencemos por definir cada parte por separado para luego buscar la suma de ambas.
Conocida esta parte y llevándolo a un lenguaje más llano, podríamos concluir esta definición como la capacidad de conseguir algo a través del conocimiento de algún procedimiento o recurso y su habilidad para manejarlo.
Por lo que podríamos utilizar nuestra definición particular como la acción que busca llegar a formalizar acuerdos o pactos en determinados aspectos.
Las técnicas de negociación son aquellos modelos de conducta que utilizan los participantes en un proceso de negociación para influirse unos a otros y conseguir una solución satisfactoria.
Estas pueden ayudar a los negociadores a cerrar tratos, solucionar problemas y dar respuesta a diferentes objeciones, manejar conflictos, así como construir y preservar relaciones.
El uso correcto de las técnicas de negociación permitirá maximizar el valor de los soluciones que finalmente se alcancen y manejar este proceso desde su inicio hasta el compromiso de aplicar estos acuerdos entre las partes.
Conocer las técnicas de negociación en profundidad y aplicarlas bajo una metodología supone la diferencia entre el éxito y el fracaso para alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes.
La habilidad, la psicología y la personalidad son algunas de estas técnicas fundamentales para encauzar el transcurso de una negociación y en la aplicación de ellas radica una de las claves para finalizarla con éxito.
En definitiva existen una serie de elementos que podrán favorecer el desarrollo correcto de un proceso de negociación. Ser conscientes de ellos y saber manejarlos en función del transcurso de este, se antoja fundamental para nuestros intereses.