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El poder de la actitud

09 febrero 2022

¿Cuál es la persona para la que negociarás peor? Tú mismo. Te preguntarás cómo es posible que negocies mejor para otras personas que para ti, pero la respuesta es sencilla: te tomas demasiado en serio cualquier intercambio en el que estás implicado.
Te preocupas en exceso de ti mismo y te provocas estrés y tensión. Cuando negocias para alguien ajeno, normalmente estás mucho más tranquilo y eres más objetivo. no te importa tanto, porque ves la situación como un ensayo o un juego. y realmente lo es.
Pero tranquilo, esta preocupación exagerada es común en todos nosotros cuando nos implicamos en una situación de responsabilidad y compromiso. Para que no sufras esos inconvenientes tan molestos, y que desgraciadamente casi todos sufrimos, intenta vivir los ámbitos de la vida, incluido el trabajo, como si de un juego se tratara. Toma distancia y disfruta de todo. hazlo lo mejor que puedas y, si no sale tan bien como esperas, no te hundas ni arrastres la desazón a tu entorno personal. Porque lo padecerás en tu salud y lo sufrirán los que te quieren.
Fortalece la actitud de responsabilidad en lo que hagas, pero jamás te escedas. Recuerda que lo más importante eres tú. Ten en cuenta que si construyes una personalidad distendida, relajada y divertida para las negociaciones, obtendrás tres beneficios, tanto en el mundo laboral como en el personal:

Así que cuídate y tómatelo con calma. de esta forma, potenciarás tu confianza y la gente empezará a creer en ti.